Los acelerados cambios que se están produciendo desde principios de marzo empiezan a generar una demanda que podríamos bautizar como speed strategic consulting online. Una consultoría estratégica rápida por proyectos, pedagógica, más accesible y apoyada en formatos digitales. Esta es una de las claves para dar respuesta a la situación de cambio acelerado que vivimos desde principios de marzo. En apenas dos meses se han derrumbado las barreras mentales hacia la innovación. Los vectores de cambio previsibles para los próximos años han adquirido una velocidad insospechada. Se trata de un momento único para reaprender y reinventarnos personal y empresarialmente. Los clientes, los productos, las personas, los equipos, los canales o los ecosistemas ya no son como eran.
Hablamos de todo ello con Lupina Iturriaga(ceo de Fintonic), Angel Barbero (ceo de Recúbica\) y Javier Creus (fundador de Ideas for Change) en el contexto de las tertulias Futuros B2B. Han estado dedicadas a animarnos unos a otros para reinventarnos cuanto antes como consecuencia de los cambios acelerados gestados por la crisis global que ha generado la COVID 19.
Presentamos a continuación lo que subrayaron.
En apenas unos días ya podemos visualizar una combinación de cambios complejos.
La incorporación de la incertidumbre como elemento omnipresente en la gestión. Hay que tomar decisiones rápido y con agilidad, sin apenas poder intuir qué va a pasar a continuación.
Hay un cambio en la percepción del espacio y del tiempo, tanto privado como empresarial. Todo ocurre a la vez, es continuo, sin traslados ni transiciones.
Los otros ya no son anónimos. Dependemos mucho más unos de otros. También clientes, proveedores, empleados, partners… Todos somos parte de un todo, por lo que hay que gestionar de otra manera la generación y la aportación de valor. Cambian los modelos de relación. Las decisiones no son unilaterales. Cualquier decisión afecta al sistema. Por ejemplo, cambia el concepto de cliente y su experiencia de consumo, por lo que hay que adaptar la comunicación. Los inversores valoran más la solidez del negocio que los indicadores tradicionales de crecimiento, por lo que hay que cambiar el discurso con ellos.
Hay nuevas formas de organización social y empresarial. Todo se ha vuelto más horizontal y tiene mucho más potencial. La red y los ecosistemas crean un nuevo valor a partir de nuevas formas de colaboración. Un valor impensable cuando no estábamos tan conectados.
Toda esta plasticidad es semilla para el futuro. Ha sido una proeza avanzar años en semanas. No olvidemos lo aprendido. Hemos viajado a un mundo diferente muy rápido, gracias a un viaje con vivencias muy intensas.
La economía es humana y social, cotidiana. Compartimos lo que tenemos y lo que sabemos hacer. Nos hemos dado cuenta de que vivíamos con mucho gasto, mucho recurso y mucho activo superfluo, de los que desde ahora prescindiremos.
Ha cambiado qué es esencial y qué es accidental.
Algunos cambios son coyunturales, pero hay otros muchos estructurales, de los que hay mucho que aprender.
Hay mucha demanda de consultoría rápida. Consultoría de entre dos y tres semanas para trabajar por proyectos con una reformulación atrevida. Algo así como un speed strategic consulting online. Se ha suspendido la consultoría tradicional porque el valor se crea de otra forma.
Se trata sobre todo de consultoría de procesos cortos para equipos, que les permita reinventarse atrevidamente en menos de un mes.
La clave es trasladar la confianza históricamente presencial al mundo online. El modelo de servicios se convierte en más ágil, más colaborativo y más asequible, con un umbral de acceso más bajo que lo universaliza.
Hay que trabajar mucho más la pedagogía, el aprendizaje y la ayuda en red, en la que ayudamos y nos ayudan. Hay que empoderar al usuario para que tome sus propias decisiones.
Las empresas tienden a un servicio de nicho, inteligente, menos global y en continua reinvención. Con un contenido más pedagógico y trabajado en red en un contexto de muchos menos recursos que antes.
Va a haber muchas oportunidades para los que estén abiertos a cambiar buscando futuros diferentes.
Fijémonos en lo emergente, como las nuevas infraestructuras sociales que actúa como palancas.
Basemos nuestras decisiones en la calidad, fiabilidad y selección de los datos en los que nos apoyamos.
No nos va a parar la crisis. Potenciemos las funcionalidades beta, incorporando sugerencias de usuarios con transparencia.
Miremos a quienes lo están haciendo bien y adoptemos lo bueno.
Pensemos y actuemos a lo grande, sumando lo privado y lo público, lo personal y lo profesional, individual y colaborativamente.
Es mucho mejor escribir nuestro futuro que leer lo que otros escriban por nosotros.